Seleccionar página
Ilustración de hombre esperando a que su cerebro se recargue

Ilustración de Khalid Albaih

Mi padre tiene un amigo argentino que es pintor.

Este artista pinta ideas que le vienen a la cabeza y, por tanto, no tiene los modelos delante, físicamente.

Oscar afirma que los pintores como él, justo antes de empezar una obra, sufren la angustia del lienzo en blanco (léase con acento argentino, mejora mucho).

Cualquier persona que inicie proyectos sufre también esa angustia. No es algo propio de artistas. Cuando creas un producto o un servicio nuevo estás en un proceso creativo. Cuando preparas una presentación, también. ¿Por dónde empiezas? ¿Qué quieres destacar? ¿Estará a la altura?

El mejor antídoto contra la parálisis por análisis es la acción.

1. Empieza con cualquier cosa

Supongo que Oscar combate su angustia del lienzo en blanco empezando a pintar. Y si gastar un lienzo supone un coste económico para él, apuesto a que empezará dibujando bocetos con carboncillo sobre papel.

Es algo muy simple pero eficaz. Ante un bloqueo creativo: haz. Ya lo decía Nike hace años: «Just Do It». Da lo mismo si no es tu mejor momento, si no estás motivado o si te faltan algunos recursos: «Simplemente hazlo». Es como ir en bici, si estás parado con los pies en los pedales, te caes. Si empiezas a moverte, mantienes el equilibrio fácilmente.

Una buena forma de empezar consiste en ponerse el sombrero creativo.

2. Ponte en modo creativo

The Most Dangerous Writing App es un sitio web en el que eliges cuánto rato quieres escribir sin parar. Cuando empiezas a teclear, si estás cinco segundos sin escribir se borra todo tu texto.

Es absolutamente genial.

Captura del sitio "The most dangerous writing app"The Most Dangerous Writing App te obliga a moverte. Es ideal para trabajar en modo creativo, es decir, para intentar sacar un montón de ideas. Sería el equivalente a una lluvia de ideas. Prima la cantidad sobre la calidad.

En el modo creativo no tienes que juzgar lo que estás creando, por muy malo que sea. Simplemente vas encontrando más ideas.

Por ejemplo, si estás preparando una presentación puedes empezar creando un mapa mental para crear la estructura. Usar notas adhesivas es muy recomendable porque hay varias acciones que hacer: escribir el concepto, despegar la nota, pegarla en algún sitio, moverla para agruparla con otros conceptos. Hay más movimiento que si usas una app en tu tablet o lo escribes en una libreta.

Mientras creas tu mapa mental no tienes que pararte a pensar si ese concepto es bueno o malo. Lo anotas y punto. Tienes que imaginarte que si paras más de cinco segundos, todo desaparecerá.

Equivocarse es parte del proceso

Nos bloqueamos porque tenemos miedo a no dar la talla.

En el modo creativo te quitas ese miedo porque tienes claro que lo que estás haciendo no será la versión definitiva. Ya lo decía Hemingway con su maravillosa cita:

«El primer borrador de cualquier cosa siempre es una mierda».

Sé que es muy fácil decir que los fallos son indispensables para hacer grandes cosas. También sé por experiencia propia que es muy complicado interiorizarlo. Pero hay que llevarlo a la práctica, aunque no te lo creas realmente.

Ed Catmull, fundador y presidente de Pixar Animation, afirma en su libro «Creatividad S.A.» que todas las películas de Pixar son malas en la fase inicial de creación. Es después de un largo proceso creativo que incluye investigación, múltiples iteraciones y mucho feedback  que acaban siendo grandes películas.

Después del modo creativo, toca ponerse el sombrero de editor.

3. Ponte en modo editor

Una vez tienes algo hecho puedes cambiar el rol de creativo a editor. En el primer caso buscabas cantidad, ahora irás a por calidad.

En el modo editor tienes que sacar la tijera y usarla sin piedad. Quita cualquier cosa que no sea relevante. Ahora sí que vas a juzgar y a ser estricto, mejor de forma constructiva aunque si te va la marcha puedes meterte caña a ti mismo*: «Señor Caño, ¡esto es una mierda!»*

Hace poco me puse el reto de escribir 60 minutos sin parar con The Most Dangerous Writing App. Me acabaron doliendo las muñecas y los codos pero lo logré. Escribí casi 2800 palabras en una hora. Nunca antes había hecho algo así.

Estuve en modo creativo una hora escribiendo. De ese texto, la mayoría de frases no las usaré jamás. Pero salieron unas cuantas ideas a desarrollar y varios párrafos aprovechables. El artículo que estás leyendo es fruto de una de esas ideas y lo estoy escribiendo en modo editor. Voy más lento pero me muevo, ya no tengo bloqueos mentales.


Y tú, ¿qué métodos usas para evitar bloqueos creativos?

The following two tabs change content below.
Formador, divulgador y podcaster. Enseño a comunicar ideas de forma eficaz, entretenida e inspiradora. ¿Te ayudo en tu siguiente aventura comunicativa? Contacta conmigo.