Hombre encima de un trampolín para simbolizar la escalera de la abstracción. ¡Atrévete a lanzarte a la piscina de la concreción!

(La metáfora de la escalera de la abstracción te ayudará a comunicar y enseñar mejor. Lee el artículo, dibuja una escalera en una nota adhesiva y pégala en un lugar bien visible 😉).

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Hace unos treinta años, una oenegé de EEUU que conciencia a la población sobre nutrición descubrió que las palomitas que vendían en los cines tenían muchas grasas saturadas. La causa era el aceite de coco que usaban para freírlas.

Una ración normal de palomitas contenía 37 gramos de grasas saturadas.

¿Cómo te has quedado?

Supongo que igual que antes de saberlo. Y es que 37 gramos de grasas saturadas es algo abstracto. No podemos imaginarlo. No provoca emoción.

Incluso si usamos un bonito gráfico de barras donde la columna de las palomitas triplica la de otra comida más sana, tampoco nos afectará emocionalmente. Ahora podemos comparar, pero sigue siendo abstracto.

Así que esta organización, la CSPI, ideó una forma muy concreta de comunicar esa información. Convocaron una rueda de prensa y anunciaron:«Una ración de palomitas de tamaño medio de las que se venden en los cines contiene más grasas saturadas que el beicon y los huevos fritos de un desayuno, la hamburguesa doble y patatas fritas de una comida, y el filete de carne con su guarnición de una cena… ¡combinados!»

Y para acabar de rematarlo, destaparon toda la comida que habían mencionado que había en una mesa.

​Más concreto no se podía ser.

La noticia causó sensación y se propagó como la pólvora por cadenas de televisión y prensa. Al cabo de un tiempo, la mayoría de grandes cadenas de cine cambiaron de aceite para hacer sus palomitas.

Esta historia la leí en el maralibroso «Ideas que pegan» de Chip Heath y Dan Heath, donde afirman que…

«La abstracción dificulta que una idea se entienda y sea recordada. También dificulta el trabajo en equipo, puesto que las personas pueden interpretar una abstracción de modos muy distintos. La concreción ayuda a evitar estos problemas.»

De hecho, los hermanos Heath dedican en su libro un capítulo entero a la concreción, un ingrediente indispensable para que nuestro mensaje sea claro, inteligible y fácil de recordar. Según ellos, la abstracción es un lujo de los expertos y debemos evitarla al máximo. Es más efectivo explicar conceptos con cosas tangibles y ejemplos familiares para el público. Así, construimos sobre lo que sabe la audiencia y le resulta más fácil entender nuestra teoría.

¿Cómo podemos ser más concretos?

Usando recursos como historias, metáforas, imágenes, vídeos, objetos, ejemplos…

Sube y baja la escalera de la abstracción

Jack Hart, coach de escritores, no estaría del todo de acuerdo con los hermanos Heath. Hart no cree que debamos evitar al máximo la abstracción. Cree que es necesario usarla combinada con la concreción. En sus libros Storycraft A Writer’s Coach explica la metáfora de la escalera de la abstracción. En la parte superior están los conceptos más abstractos posibles, a medida que bajamos, la abstracción se reduce. En los peldaños inferiores está la concreción pura.

Según Hart debemos movernos por la escalera de la abstracción. El problema está en que mucha gente se queda en la parte superior. Ahí coincide con los hermanos Heath, usar solo conceptos teóricos no genera emoción. Pero la abstracción puede servir para explicar conceptos generales o para extraer un significado más grande. Como afirma Hart en A Writer’s Coach :

«Muchas historias de los periódicos se quedan cortas porque nunca suben por la escalera de la abstracción a un nivel que las haga más significativas.»

Y aquí enlazo con otro gran intelectual de nuestros tiempos, Kike García, cómico, fundador y escritor en «El Mundo Today» 🤪 que afirma que al hacer sátira, puedes hacer un chiste de algo concreto (Messi quiere irse del Barça) o puedes hacer chistes sobre ese hecho añadiendo un contexto más general y con más significado (¿Por qué estamos tan locos por el fútbol?).

Lo que propone Jack Hart es hacer como cuando te comías un Calippo: lo aprietas y sube, lo dejas y baja. O dicho de forma mucho más elegante:

«Los buenos escritores se mueven ágilmente por la escalera de la abstracción, sin quedarse nunca demasiado tiempo en ningún nivel.»

Mi símil barato sirve igualmente. Cuando usas abstracción, estás «apretando» a la audiencia. Cuando usas concreción, la estás dejando más relajada. No hay ni que tenerlos tiesos ni dejados de la mano de Dios. En la variedad está el gusto.

Escalera de la abstracción: un par de ejemplos

Termino con un ejemplo que pone Jack Hart en A Writer’s Coach en el que reconstruye una conversación típica con uno de los reporteros del periódico del cual era editor.

Reportero: El pobre está mal.

Jack: ¿Cómo es eso?

Reportero: Vive solo.

Jack: ¿Dónde?

Reportero: En un albergue para indigentes.

Jack: ¿En una habitación?

Reportero: Sí.

Jack: ¿Cómo es?

Reportero: Sórdida.

Jack: ¿Qué quieres decir?

Reportero: Huele. El yeso está agrietado.

Jack: ¿Huele a qué?

Reportero: Orina.

Jack: ¿Cómo son los muebles?

Reportero: No sé. Destartalados.

El reportero le da abstracciones; Jack le pide concreción.

Eso es lo que tienes que hacer tú cuando comuniques o enseñes. Pide concreción. Baja la escalera. Y súbela. Y vuelve a bajarla.

En las más de 150 entrevistas de podcast que he grabado, una de las cosas que hago sistemáticamente es pedir concreción. Pido ejemplos de conceptos que me cuentan. Pido historias relacionadas con el tema que tratamos. Estiro la historia que me cuentan con más preguntas. ¡Concreción, concreción y concreción! La gente tiene que poder visualizarlo en sus cabezas.

Tus palabras son la tinta para las impresoras mentales de tu audiencia.

(He pasado de un símil barato a una metáfora de dudoso gusto)

Otro ejemplo es un libro que sube y baja la escalera de la abstracción muy bien. Se trata de Radical(es). Una reflexión sobre la identidad de Saïd El Kadaoui, psicólogo y escritor que entrevisté en Presentástico:

104 Reflexiones sobre la identidad, con Saïd El Kadaoui

Reflexiones sobre la identidad, con Saïd El Kadaoui

Te recomiendo el libro y la entrevista. En el libro verás cómo El Kadaoui como sube y baja la escalera de la abstracción mezclando conceptos con metáforas, ejemplos e historias que dan humanidad y emoción a lo que cuenta. Además, hace unas reflexiones muy lúcidas y necesarias sobre la identidad humana.​

Que la concreción te acompañe,

Carles Caño.

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Formador, divulgador y podcaster. Enseño a comunicar ideas de forma eficaz, entretenida e inspiradora. ¿Te ayudo en tu siguiente aventura comunicativa? Contacta conmigo.