Crear registro de historias en libreta

Foto de Simon Trimby (BY ND)

«Contar historias es como el sexo. Todos lo hacemos de forma natural. A algunos de nosotros se nos da mejor que a otros», David Mamet.

Lo reconozco: soy adicto a las historias.

Me encanta escuchar o leer buenas historias. También disfruto mucho cuando comparto historias que atrapan e inspiran a los demás, aunque reconozco que no siempre es fácil lograrlo.

Hay veces en las que contando una historia en público se me pone la piel de gallina. Me gusta pensar que las personas que escuchan se emocionan también, aunque sea sólo en parte.

Apuesto a que a ti también te gusta escuchar buenas historias. En realidad nos pasamos el día contándonos historias, normalmente en registros informales y en pequeño comité.

Desde hace unos años cada vez que tengo que preparar una presentación pienso:

¿Qué historias relevantes puedo compartir que ilustren alguna de las ideas que expondré?

Me gusta decir que cada presentación es un viaje en la que la audiencia es la gran protagonista. El equipaje del viaje debe incluir recursos que amenicen y humanicen la presentación. Las historias son uno de los mejores recursos emocionales que puedes usar al comunicar. Los recursos lógicos deben estar, claro. El problema es cuando sólo se usan recursos lógicos, entonces el resultado es frío y aburrido.

¿De dónde sacar historias?

Hay dos opciones: historias propias o historias ajenas.

Creo que es mejor buscar historias propias porque las has vivido, conoces los detalles y te dan credibilidad al explicar experiencias relacionadas con las ideas que presentas. Pero también sirven las historias ajenas aunque pueden resultar más difíciles de encontrar.

Los libros de no ficción que más disfruto son los que combinan magistralmente el arte de contar historias con los conceptos e ideas que explican. Imagino que sus autores debieron invertir muchas horas investigando para encontrar historias ajenas relevantes. Si te pasa como a mí, no dispondrás de tanto tiempo y acabarás buscando historias propias. Espero algún día tener más tiempo para encontrar grandes historias ajenas.

Desentierra tus historias

La verdad es que encontrar historias propias para un tema concreto tampoco es trivial. Cada uno de nosotros somos un saco de miles de historias con patas. Muchas historias las hemos olvidado, están enterradas y no vienen a la memoria tan fácilmente como querríamos.

Aún y así, puedes dedicar un rato a anotar historias que te vengan a la cabeza. Piensa en historias que sean interesantes, que tengan algún momento de clímax o giros inesperados. Haz este ejercicio sin pensar en una temática concreta, simplemente anota el título que la resuma con una breve descripción si hace falta. Añade una o más ideas, moralejas o aspectos de esa historia que te han venido a la cabeza. Puedes usar una simple libreta y un bolígrafo.

Lo recomendable es hacer este ejercicio con cierta frecuencia: cada día, un par de veces por semana, una vez al mes. Lo interesante de hacerlo reiteradamente es acostumbrarte a hurgar en el baúl de tu memoria para desenterrar historias propias. Además, algunas historias que desentierres pueden servirte para más adelante.

Otra forma de desenterrar historias consiste en encontrarlas por asociación de ideas. Veamos cómo.

Hace años publiqué el artículo Consigue presentaciones más originales desarrollando tu mirada metafórica donde explicaba una forma de obtener gran cantidad de metáforas a partir de objetos y lugares concretos.

Ahora quiero que apliques esa misma técnica para encontrar historias propias. En vez de pensar…

¿Qué historias puedo contar?

Plantéate cosas concretas de tu vida…

  • Una época: infancia, adolescencia, universidad, treintañero…
  • Un trabajo: comercial, programador, formador…
  • Un lugar: tu primer hogar, el pueblo de tus padres, la escuela, tu barrio…
  • Una afición: tocar un instrumento, practicar un deporte, escribir, hacer manualidades…
  • Una persona: tu pareja, tu padre o tu madre, tu hermano, tu mejor amigo, tu vecino…
  • Un concepto: familia, amigos, ligar, ansiedad, miedo…
  • Un viaje: Canarias, Londres, Japón o cualquier sitio en el que has estado.
  • Etcétera.

Y piensa detenidamente en experiencias que viviste. Por ejemplo, supongamos que viajaste a Japón. Dedica unos minutos a recordar lo que hiciste y anota las historias que creas interesantes. Otro ejemplo, piensa en tu primer trabajo: ¿cómo te sentías? ¿hiciste algún error sonado? ¿te ayudaron otros compañeros en momentos difíciles? ¿tuviste algún logro significativo?

Es más fácil que te vengan historias por asociación de ideas que simplemente intentando que aparezcan por sí solas.

Esta técnica la descubrí un día que estaba escribiendo y estaba bloqueado. Apagué el ordenador y saqué una de mis libretas. Escribí «Stories» en grande y empecé a pensar en historias relacionadas con los viajes que había hecho. Si me surgían otras historias que no tenían nada que ver, las apuntaba también. En pocos minutos tenía ocho historias de las cuales una me sirvió para desbloquearme y empezar a escribir un capítulo de un libro.

Captura las historias ajenas que te inspiran

En su día recomendé crear un registro de metáforas. Ahora recomiendo crear un registro de historias, tanto propias como ajenas.

Las historias ajenas te las encuentras en cualquier momento. Te la puede contar un amigo, la puedes leer en el periódico o en un libro, quizá la escuchas por la radio… Si la historia te ha cautivado, ¡captúrala! Usa el método que mejor te vaya: libreta, Evernote, Google Keep… pero captúrala al momento o probablemente se te olvide.

Opcionalmente puedes apuntar etiquetas asociadas a la historia. Por ejemplo: humor, presentaciones, emociones, miedo…

Si adquieres el hábito de capturar las historias ajenas que encuentras tendrás un arsenal del que elegir cada vez que tengas que comunicar, ya sea con un artículo escrito, una presentación o una clase con alumnos.

Por cierto, también puedes usar Pinterest para registrar tanto metáforas como historias. Yo creé un tablero para cada cosa…

Sigue el tablero Analogías – Metáforas – Símiles de Carles en Pinterest. Sigue el tablero Historias – Relatos – Anécdotas de Carles en Pinterest.

Aunque reconozco que dejé de actualizarlos. Quizá vaya siendo hora de volver a ampliarlos.

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Formador, divulgador y podcaster. Enseño a comunicar ideas de forma eficaz, entretenida e inspiradora. ¿Te ayudo en tu siguiente aventura comunicativa? Contacta conmigo.