Me ha vuelto a pasar. Una persona a la que estoy ayudando a preparar su presentación quiere contar una historia pero sin decir que la protagonista es ella. Supongo que no quiere dar esa información para mantener cierta distancia con la audiencia, para sentirse menos vulnerable.
Le dije a esa persona que respeto su postura pero que no tendrá nada que ver la historia de un personaje desconocido con la historia contada como protagonista. En el segundo caso, la conexión emocional con la audiencia será mucho mayor. Además, la autenticidad de la presentación aumentará y también mejorará la credibilidad de lo que quiera transmitir.
Esta situación me ha hecho reflexionar de nuevo sobre lo que nos cuesta mostrar nuestro lado más personal cuando subimos a un escenario. ¿Por qué actuamos de forma tan distinta en nuestra vida diaria y cuando hablamos en público? Está claro que son registros distintos pero tampoco es necesario anular nuestra personalidad.
Eres mucho más que tu profesión o tus estudios
Para empezar, hay que tener muy claro que somos algo más que una profesión o que un título universitario. Aparte de los conocimientos y de la experiencia adquirida tenemos ciertas habilidades, inquietudes, intereses y pasiones que nos definen tanto o más que el cargo que aparece en nuestra tarjeta de visita.
¿Cómo si no sería posible que un químico agrícola acabe convirtiéndose en un experto en marca personal? ¿O que un ingeniero en telecomunicaciones sea uno de los máximos referentes sobre cómo hacer mejores presentaciones? Si estas personas se hubieran limitado a lo que estudiaron en su día en la universidad, hoy no estarían donde están.
En tu caso, quizás acabaste una carrera y empezaste a trabajar en una profesión relacionada con tus estudios. Bien, eso no impide que tengas también otras inquietudes, habilidades y aficiones a las que dediques parte de tu tiempo libre. En una presentación puedes mostrar también alguno de estos intereses y pasiones, siempre y cuando sean relevantes con el tema del que vayas a hablar.
Un ejemplo: a Iván, amigo y coautor de PresentArte, le gusta el tema de las presentaciones y le apasiona el Yoga. Cuando da consejos sobre cómo controlar mejor los nervios, explica técnicas de respiración que aprendió del Yoga y que sirven también para relajarse un poco justo antes de empezar una presentación.
El secreto está en la mezcla
Así que en realidad eres un cóctel de habilidades, conocimientos, intereses, experiencias, hábitos y pasiones. Lo que te hace destacar respecto al resto es la combinación eficaz de estos elementos. Garr Reynolds mezcló el mundo de las presentaciones con la filosofía zen y la cultura japonesa. Nancy Duarte aportó a las presentaciones su gran experiencia como diseñadora gráfica. Ken Robinson mezcla con maestría dosis de humor con reflexiones profundas sobre educación y creatividad…
Aparte de tu experiencia en el ámbito profesional, puedes enriquecer lo que tengas que exponer con otros ámbitos de tu vida en los que también eres un experto, tienes una habilidad especial o te apasionan con locura. Esa mezcla de elementos dará un toque personal y único a tu presentación y fomentará una mayor conexión con la audiencia.
Esta vez sí, hazlo personal
A menudo nos aconsejan que cuando discutimos con alguien no entremos en el terreno personal. «No hagas de esto algo personal» es una frase que hemos oído más de una vez. Pero en una presentación la cosa cambia. En una presentación, hazlo personal. Con esto me refiero a que cuentes una o más historias que te hayan ocurrido que permitan ilustrar alguna de las ideas que quieres exponer.
Si quieres impresionar a tu audiencia, háblale de tus éxitos; si quieres que se identifique contigo, háblale de tus fracasos.
J. C. Maxwell (vía @ArtePresentar)
He empezado esta entrada diciendo que me ha vuelto a pasar que alguien no quiere personalizar su historia. En la primera ocasión, convencí a la futura ponente de que debía relatar la historia que contaba en primera persona, ya que era la protagonista. Su presentación no sólo logró emocionar a gran parte de la audiencia sino que también ganó el primer premio del congreso en el que participó.
Espero poder convencer ahora a esta nueva persona para que se muestre tal y como es, a pesar de la inseguridad que esto le produce. Si lo hace, no sólo informará sino que también emocionará.
Créditos:
- Fotografía de mujer caminando por la playa de penguincakes.
- Esta entrada tiene licencia Creative Commons (Atribución, No comercial, Compartir igual).
Hola Carlos! Qué gusto para mí este blog! Te cuento que vi el video de Ascensión y me emocioné muchísimo!
En aquella prueba de fuego de la que te hablé en mi contacto a través de la página, comencé mi presentación diciendo algo como: «Quiero contarles cómo llegué a presentar este trabajo, y cómo casi no lo hago…»
Si bien algo efectista, me esmeré porque esa primer línea tuviera menos de 15 palabras, y ensayé todas las partes de mi presentación una y otra vez…
Lo interesante de comentarlo aquí es porque en el momento yo sentía que me estaba «tirando a la pileta», como lei en el post de Ascensión, ya que expuse justo al comienzo una especie de fracaso personal relacionada al tema del trabajo; dicho tema era bastante frío u objetivo (Plan de Negocio) y la tarea de presentarlo fue más bien una formalidad que vino como cierre de un curso de competencias emprendedoras, en el que a los profesores y quienes organizaban les había gustado el motivo de mi trabajo y me pidieron que lo exponga frente a algunas autoridades y alumnos de otros cursos y del mío; sin embargo lo tomé como algo personal, como dices, jeje, y quise hacerlo bien..! La verdad, quedé muy asombrada en cómo un público tan disímil que había asistido me escuchó con atención y luego se interesaban en el tema, algunos hasta con preguntas y sugerencias…
Oratoria es algo que debería darse en la escuela! Aquí en Argentina no existe como tal en los niveles básicos…
Las personas tienen que perder el miedo a hablar en público, ya que es muy gratificante cuando de verdad se logra esa conexión con la audiencia y el mensaje que se quiere transmitir…
Saludos y excelentes notas!