Apenas puedo desayunar.
Me arreglo y cojo el coche. Voy a dar una formación en una empresa. Estoy muy nervioso. Aparco y me dirijo a recepción. Me atienden y tengo que esperar un rato… Se me hace eterno. La barriga me da vueltas.
Viene a recibirme un hombre y me indica el aula de formación. Hablamos unos minutos y le pregunto por el baño. Voy para allá, cierro la puerta y vomito. Me lavo la cara, me miro al espejo y vuelvo al aula. Al cabo de un rato llegan los alumnos y empiezo la sesión.
Esto me ocurrió hace más de veinte años. Fue la primera vez que daba una formación en empresa. Quizá si hubiera sabido lo que comparto hoy contigo no hubiera sacado el desayuno…
El filósofo estadounidense William James tenía una frase que decía así:
«No canto porque estoy feliz; estoy feliz porque canto».
Es una bonita forma de decir que la acción influye en el estado de ánimo. Siempre creí que era la mente la que influía el cuerpo. Si estoy deprimido, mi cuerpo se pone en posturas retraídas. Si estoy alegre, uso posturas expansivas. Pues eso ocurre pero también es cierto lo contrario.
La psicóloga estadounidense Amy Cuddy investigó la influencia de las posturas en las personas. Hay dos tipos de posturas: expansivas y retraídas. Las expansivas son posturas en las que abrimos las extremidades, sacamos pecho, tenemos la cabeza erguida. Por ejemplo, la postura de “Wonder Woman”: piernas separadas, manos en la cintura, pecho abierto y cabeza alta. Otras posturas expansivas son la de victoria: piernas y pecho abiertos y brazos levantados en forma de uve. Ejemplos de posturas retraídas son: persona acurrucada con las piernas dobladas tocando el pecho y los brazos recogidos, persona con la cabeza baja y los hombros encogidos con pasos pequeños, etc…
Amy Cuddy hizo varios estudios y se basó en muchos otros en los que se demostraba que tener una postura expansiva tenía un efecto positivo en el estado de ánimo de las personas. En un estudio, a las personas que posaban de forma expansiva durante dos minutos les subía el nivel de testosterona y les bajaba el nivel de cortisol. Esta es la combinación ideal ya que niveles altos de testosterona, presente tanto en hombres como en mujeres, está relacionado con tener mayor control de la situación y con roles de liderazgo. Los niveles bajos de cortisol están relacionados con menor ansiedad. Por otro lado, en sus experimentos, las personas que estaban dos minutos con posturas retraídas tenían un descenso de la testosterona y un aumento del cortisol, una mala combinación.
Esta psicóloga se hizo famosa con su charla TED “El lenguaje corporal moldea nuestra identidad” que recomiendo que veas cuanto antes.
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Cuddy publicó un magnífico libro basado en dicha charla: “El Poder de la Presencia: Autoestima, seguridad, poder personal: utiliza el lenguaje del cuerpo para afrontar las situaciones más estresantes”. Amy Cuddy mezcla historias propias y ajenas con muchos estudios también propios o ajenos para ilustrar su hipótesis de cómo el cuerpo influye en la mente. Aunque hayas visto la charla TED, te recomiendo el libro de todos modos. Es una maravilla.
Muchas personas sufren cuando tienen que hablar en público. Algunos, con la práctica, hemos reducido esos nervios iniciales. Nervios que podemos tener igualmente cuando cambia el contexto de la presentación o el tipo de público. En cualquier caso, parece una buena idea estar una postura expansiva durante dos o más minutos antes de empezar la exposición. Busca un sitio privado y pon tu cuerpo en alguna de las posturas expansivas. Luego sal al escenario y ve a por todas.
¿Qué te parece la idea de las posturas expansivas para reducir nervios? Te animo a probarlo y a que me cuentes aquí tu experiencia. Puedes probarlo antes de hablar en público o en otras circunstancias: antes de intervenir en una reunión o en una formación, en una entrevista de trabajo o para cerrar un trato…
¿Qué otras técnicas utilizas para tranquilizarte antes de hablar en público? ¿Tienes alguna experiencia de muchos nervios que contar? Deja tu comentario para enriquecer la conversación.
Referencias
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Versión original: «Presence: Bringing your boldest self to your biggest challenges» de Amy Cuddy.
Versión traducida: “El Poder de la Presencia: Autoestima, seguridad, poder personal: utiliza el lenguaje del cuerpo para afrontar las situaciones más estresantes” de Amy Cuddy.
Fotografía inicial de PopTech. Este artículo tiene una licencia Creative Commons (BY-SA).
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