He desactivado todas las notificaciones de mi iPhone.
Hasta entonces estaba enganchado a Twitter, al correo electrónico, a Apalabrados y a otras aplicaciones que te avisan cada vez que alguien hace alusión a ti de un modo u otro.
A pesar de tener el sonido desactivado, las vibraciones del móvil eran frecuentes. Mi mujer estaba ya un poco harta y decía que parecía que hubiera mosquitos en la casa, con tanto zumbido que hacían las continuas vibraciones del teléfono.
Desde que decidí desactivar todas las notificaciones del móvil, estoy mucho más tranquilo y relajado, me concentro mucho más y soy yo quien decide cuando quiero consultar el correo electrónico, ver si alguien me hizo mención en Twitter o si quiero jugar un rato a Apalabrados.
Es cierto que podemos andar y hablar a la vez o escuchar música y dibujar… En estos casos realizamos más de una tarea al mismo tiempo. Pero, según afirma el doctor John Medina, autor de Exprime tus neuronas, nuestro cerebro es incapaz de procesar varias fuentes complejas de información de forma simultánea. Probad a escuchar lo que dice un ponente y a leer el texto de su diapositiva inundada de texto. Es realmente complicado procesar correctamente esos dos canales de información a la vez.
Así que, por muy cool que quede tener 23 pestañas abiertas en el navegador mientras escuchas música de Spotify, respondes a todos tus amigos en WhatsApp, miras Facebook y preparas tu próxima presentación… en realidad estás siendo muy poco productivo.
Máxima concentración, cero distracciones.
Ese es el ingrediente principal para preparar una presentación de forma productiva. Aunque parezca una obviedad, ¿cuántos de nosotros realmente lo aplicamos?
1. No te dejes llevar por los demás
Tienes que ser el dueño y no el esclavo de tu smartphone y de tu ordenador. Decide tú cuando comprobar el correo, o ver si alguien te ha enviado un mensaje por WhatsApp.
Tener todas esos avisos activados comporta dar permiso a todos tus contactos para que te interrumpan en cualquier momento, por cualquier cosa, por estúpida que sea.
2. Aíslate de todo
Aparte de desconectar cualquier tipo de aviso, alarma o notificación de cualquier dispositivo electrónico, también puedes buscar un espacio físico donde no te distraigan otras personas que estén cerca de ti. Una sala de reuniones vacía puede ser un buen sitio para concentrarse mejor.
3. Aléjate del ordenador
O de cualquier dispositivo electrónico con conexión a Internet (smartphones, tablets). Ponte en modo analógico: lápiz y papel, notas adhesivas, pizarra y rotuladores, libretas…
Lógicamente deberás usar el ordenador para algunas tareas, como diseñar las diapositivas de tu presentación. Sin embargo, hay muchas ocasiones en las que el ordenador no es necesario. Generalmente, la fase de planificación o estructuración de la presentación se puede hacer perfectamente en modo analógico.
4. Elimina cualquier distracción visual
Si usas el ordenador, utiliza sólo el programa que necesites a pantalla completa.
En la siguiente imagen, podéis apreciar la ventana del navegador con WordPress mientras edito esta entrada. Fijaos que el espacio para escribir es muy reducido y que hay otros elementos que pueden distraerme: el icono del vídeo del escritorio o el artículo guardado en Evernote que asoma por debajo del navegador.
Si pulso el icono del editor de WordPress de pantalla completa y pongo el navegador también en modo pantalla completa, el resultado es el siguiente:
Ahora nada me puede distraer y esto me sirve para concentrarme mucho más durante el proceso de escribir. Normalmente aumento el tamaño de la fuente (Control y tecla +) para que el texto ocupe más espacio en pantalla.
También puedes eliminar distracciones visuales en tu espacio de trabajo. Ordena el escritorio y esconde cualquier cosa que pueda hacer que tu mente se distraiga con ello.
5. Concentra toda tu atención y energía en lo que estés haciendo
Cualquier distracción tiene que ser como un pájaro que pasa por delante de tus narices y desaparece en un instante. Tienes que concentrarte con la tarea que tienes entre manos. Dedica toda tu energía a lo que estés haciendo.
Si buscas información por la red y de repente acabas mirando Facebook, un vídeo de gatitos o respondiendo un email a tu hermana… Pregúntate: ¿Esto aporta algo de valor a la presentación que tengo que preparar? Deja de procrastinar y vuelve a tu tarea inicial. El ocio lo puedes dejar para cuando acabes lo que tenías pendiente. El ocio tiene que ser un premio que te mereces por el trabajo que has hecho, no un capricho que te concedes sin más.
***
Y tú, ¿qué haces para evitar distraerte cuando tienes que concentrarte en alguna tarea? ¿Te cuesta mucho concentrarte? ¿Estás enganchado a las redes sociales o a los aparatos tecnológicos?
Cuéntalo escribiendo un comentario a esta entrada.
Créditos
- Foto de M. Janicki (Creative Commons, Atribución)
Latest posts by Carles Caño (see all)
- The Creative Act: A Way of Being, con Edu Burgoa #144 - 21/09/2023
- Desata tu creatividad con creencias y rutinas efectivas #143 - 11/09/2023
- El viaje de la humanidad, con Sergio Parra #142 - 29/05/2023
A criterio personal esta parte es análoga por lo cual tomo en cuenta el público a quién me dirijo, el tiempo que me asignan (siempre planifico menos tiempo), qué busco de la presentación, informar o llamar a la acción. Suelo realizar esquemas (sinónimos y analogías), en caso de ser un contenido que ya tenga índice, pues aprovecho tal información para asimilar una posible estructura. Eso sí, empleo mucho un cuaderno y bolígrafo para anotar ideas sueltas y luego con otro color, envuelvo en un círculo. Pero bueno, esa es una insana manía, espero no confundir. Cada uno tiene su propio estilo de aprendizaje y, por lo tanto, lo que para mí es válido, quizás para ustedes no.
Es cierto, cada maestrillo tiene su librillo. Al final lo importante es dedicarle tiempo de calidad para preparar la charla.