Esta es la tercera y última parte de la entrevista que hice a Jose Hermida, experto en comunicación humana. Si no lo habéis hecho, os recomiendo que leáis también la primera y la segunda parte.
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Cómo mejorar nuestra comunicación no verbal
Carles Caño: ¿Cómo puede averiguar una persona en qué fase de aprendizaje se encuentra sobre aspectos de comunicación no verbal?
Jose Hermida: Desde el momento en que esa persona tenga una inquietud por conocer y no se niegue la posibilidad de unas áreas de mejora. Dicho de otro modo, es básicamente la diferencia que hay entre el éxito y el fracaso. El éxito es variable dependiendo de cada persona: familiar, intelectual, económico…. Pero sea cual fuere ese concepto, la diferencia entre éxito y fracaso radica en que la persona que fracasa es aquella que siempre repite el mismo comportamiento independientemente de los resultados que obtiene por sus acciones. Entonces convierte su vida en una especie de ruleta rusa. A veces, las cosas le irán bien y reforzará su creencia de que lo hacía bien y otras veces lo hará mal. Ahora bien, la persona que tiene éxito, cada vez que se equivoca se equivoca de forma distinta a lo que hizo la última vez. Pero para eso necesita identificar sus fracasos.
Entonces, ¿cómo una persona puede detectar cuándo tiene necesidades de mejora de su comunicación no verbal? ¡Fijándose en los resultados que obtiene! Fijándose en la primera impresión, fijándose en los gestos de los demás. Por ejemplo, preguntándose…
- ¿Soy invisible ante los demás?
- Cuando entro un grupo, ¿nadie me hace caso?
- Cuando empiezo a hablar, ¿otra persona me interrumpe?
- ¿Hacen gestos de menosprecio hacia mi, por leves que sean?
¡Tengo que fijarme en eso! Si no, puedo creer que los demás son idiotas, que falta educación… ¡No! Y tú que no emites las señales adecuadas.
Ahora bien, si esa persona que no obtiene los resultados que desea sólo busca justificación y no quiere modificar nada, entonces buscará en su arsenal de subterfugios y justificaciones con lo que seguirá con su juego de la ruleta rusa. A no ser que se meta a monje en una caverna, va a tener que relacionarse con los demás. Así que la información de la interacción con los demás la podemos experimentar a diario, con el conductor del autobús, en la cafetería, con los alumnos, con nuestros compañeros o nuestros jefes… Continuamente la gente nos está enviando señales, no solamente de sus sentimientos sino también señales que se corresponden con nuestras señales o con nuestra ausencia de señales.
El poder de la mirada
Carles Caño: En Hablar sin palabras dedicas un capítulo al rostro y haces hincapié en los ojos y en la forma de mirar. ¿Qué importancia tiene la mirada en la comunicación no verbal?
Jose Hermida: Es absoluta. Esto es algo que va con nosotros desde hace un millón de años. Antes de que existiese el lenguaje lleno de significado, cuando nuestros remotos antepasados tenían que desplazarse por todo el planeta, había alguien que tenía que dirigir hacía dónde se iba. Esa era una función que correspondía al macho dominante, que solía ir en el centro del grupo. Esto se ha verificado en la actualidad con babuinos. Aparte de dirigir, estos líderes tienen que proteger a los miembros más débiles del grupo (hembras y crías). Es muy interesante porque el resto de los machos van delante del grupo y es el líder, que va en el centro del grupo, el que va dirigiendo con la energía de los machos de menor rango. ¿Cómo se hace eso? ¡Con la mirada! Van mirando al jefe y éste con esos hilos invisibles va dirigiendo a los demás.
El buen uso de la mirada es algo que utilizo de dos formas en la comunicación no verbal y que enseño también a mis alumnos. En un auditorio con más de 20 personas no se puede perder el contacto visual en ningún momento. Esto lo aprendí en televisión. La fuerza de la mirada no se consigue mirando a la cámara, el presentador que seduce al público es el que mira dentro de la cámara. Esto lo puedes probar tu mismo con una cámara de vídeo. Tu miras a la cámara y el resultado es neutro. Es como si estuvieses en un paredón y la cámara fuese un fusil. Pero si miras dentro de la cámara, observarás que toda tu expresión adquiere una intensidad increíble. Porque ya no son los ojos, es el resto de la musculación del rostro la que interviene y confiere esa intensidad de la expresión y que los demás interpretan como cautivador, profundo o seductor. Esto no lo puedes hacer con esa intensidad con un público muy grande. Lo que sí pueden ver es que tú estás mirando, basta con girar la cabeza de izquierda a derecha, hacer un barrido para que la gente se sienta mirada. Entonces esa gente dejan de ser escopetas apuntándote y pasan a ser cautivadas sin que sepan por qué.
Ahora bien, cuando una persona está cerca, ya le puedes mirar directamente a los ojos. ¿Durante cuánto tiempo? Apenas una fracción de segundo. Mantener la mirada durante un cuarto de segundo en los ojos del interlocutor ya es demasiado tiempo. Mirando dentro de los ojos, la otra persona se sentirá invadida. Entonces, ¿qué es lo que hacemos para seguir cautivando a la persona? Repartir nuestra mirada por su rostro, evitando mirar a la boca, entre los ojos, el rostro, las mejillas, la frente… La otra persona se va a sentir a gusto y no se va a sentir rechazada porque verá que la intensidad de nuestra mirada le está transmitiendo la señal de que lo que dice nos interesa.
Carles Caño: A mi me gusta mucho mirar directamente a los ojos, eso sí, con una expresión relajada y me cuesta mucho aplicar la técnica que comentas. Por eso desde hace años, de vez en cuando me fuerzo a desviar la mirada para no incomodar a mi interlocutor.
Jose Hermida: El único requisito al apartar la mirada es doble. Primero, si apartas la mirada horizontalmente, no gires la cabeza, tienen que ser solamente los ojos. Y segundo, la mirada nunca puede desviarse hacia abajo porque es una señal universal de sumisión entre los mamíferos. Hay que tener en cuenta que habitualmente antes de que nos consideren personas sumisas, la primera opción de los demás es considerarnos como personas antipáticas. Entonces se muestran de forma desapacible con nosotros.
Confucio y la máquina de café
Carles Caño: ¿Podrías avanzar algo de tu último libro publicado recientemente? Tengo entendido que trata sobre superación personal y ese es un tema que interesa mucho sobre todo a las personas que tienen más problemas a la hora de hablar delante de una audiencia.
Jose Hermida: Es una novela que pretende ser muy interactiva con el lector, aportando continuamente herramientas para el desarrollo personal. El protagonista es una persona muy tímida que, no obstante, es muy inteligente pero los frenos que tiene para interactuar con el mundo y hacerse con el derecho a ser respetado se los pone él mismo. Su problema es liberarse de sí mismo y tiene la inmensa suerte de conocer a un maestro que lo acompañará en ese proceso hasta que tendrá lugar un final sorprendente.
Créditos:
- Fotografía de Jose Hermida extraída de la entrevista que le hizo el periodista Jaume Barberà en el programa Singulars del Canal 33.
- Fotografía de mujer con mirada penetrante con Copyright de iStockPhoto.com
Genial la trilogía sobre Lenguaje no verbal y muy buena idea lo de la entrevista.
Me han entrado ganas de comprar el libro. Tengo mucho que aprender en este campo.
Me ha llamado mucho la atención la idea de invertir tiempo en analizar nuestro lenguaje corporal ante una comunicación fracasada en lugar de buscar justificaciones sin sentido.
Gracias por el artículo.