GráficasLas estadísticas se usan con frecuencia en las presentaciones. Son un buen recurso para fomentar la parte racional del discurso. La cuestión es: ¿usamos las estadísticas de forma adecuada?

En este artículo recomiendo siete formas de usar las estadísticas en una presentación para que la audiencia le saque partido y no acabe sepultada por un exceso de cifras y porcentajes.

1. Reduce la cantidad de estadísticas

No marees al personal con demasiadas estadísticas. Elige sólo las más relevantes para que causen impacto, aporten algo nuevo o refuercen tus argumentos.

Muerte por estadísticas

Demasiada información de golpe dificulta un correcto aprendizaje

Elegir implica renunciar. ¡Da lo mismo si pasaste horas y horas recolectando datos! No puedes pretender condensar toda esa información en 50 minutos cuando tú tuviste días para procesarla. La audiencia no podrá asimilar en tan poco tiempo tal cantidad de información.

2. Redondea las cifras

Si deseas que la audiencia retenga los datos, entonces redondea las cifras de tus estadísticas. Es más fácil recordar «3 de cada 5 internautas suecos usan la banca online» que «El 62,4% de los internautas suecos usan la banca online».

En este caso sacrificamos un poco la precisión (3 de cada 5 equivale al 60%) para lograr que la audiencia retenga mejor ese dato.

Si quieres usar una diapositiva como soporte visual, plantéate alternativas como incluir figuras humanas que respeten la proporción usada.

Representación visual de "3 de cada 5"

"Tres de cada cinco suecos usan la banca online". La imagen refuerza que se trata de más de la mitad.

Para estadísticas que representan porcentajes extremos, muy bajos o muy altos, se puede recurrir a este efecto visual:

Representación visual de la estadística "7 de cada 8"

"Siete de cada ocho pymes tienen problemas de financiación "

Puedes descargar las dos diapositivas anteriores en formato PowerPoint y hacer tus propias proporciones.

3. Relaciona a la audiencia con tus estadísticas

Existe una sencilla forma de aportar calor a los fríos datos estadísticos: relaciónalos con tu audiencia.

En una charla que hizo en TED, Amy Smith utilizó este recurso de la siguiente forma:

  • Si esto fuera la India, en esta sala sólo tres de nosotros tendría un coche.
  • Si esto fuera Afganistán, en esta sala sólo una persona sabría usar Internet.
  • Si esto fuera Zambia, trescientos de ustedes serían granjeros… Cien de ustedes tendrían SIDA o VIH.

Este planteamiento obliga a averiguar de antemano el número aproximado de asistentes y hacer los cálculos pertinentes. Una tarea relativamente sencilla para lograr un efecto mayor de los datos estadísticos sobre la audiencia.

En otros casos, no hace falta saber el número de asistentes. El siguiente ejemplo lo ilustra a la perfección: James C. Humes, autor de «Speak like Churchill, stand like Lincoln» cuenta cómo su padre asistió como alumno a su primer día de clase con el decano Roscoe Pound de la Harvard Law School.

El octogenario profesor Pound se dirigió al atril. Una vez allí, hizo una pausa mientras miraba a toda la clase.

«¿Podrá cada uno de ustedes girarse a mirar al estudiante de su derecha?»

Cuando hicieron lo que el profesor dijo, añadió:

«Ahora, ¿podrá cada uno de ustedes girarse a mirar al estudiante de su izquierda?»

Después de que todos hubieran mirado, el profesor Pound dijo:

«Uno de esos estudiantes que acaban de ver no estará en Harvard el próximo curso».

Este veterano profesor tomó el dato del 32% de abandono y consiguió que sus alumnos lo experimentaran personalmente.

4. Interpreta las estadísticas honestamente

«Una estadística debería contar una historia», Margaret Thatcher.

Las estadísticas no hay que leerlas, hay que interpretarlas. En vez de recitar una gráfica que contiene cinco o seis porcentajes, uno por uno, elige los datos más relevantes y coméntalos.

Cuenta la historia que representan esos datos. ¿Ha habido un crecimiento sustancial? ¿Estamos estancados con leves retrocesos puntuales? ¿No podemos predecir el próximo semestre debido a la inestabilidad de los últimos datos?

Recuerda que debes quitar todos aquellos datos que no aportan nada significativo a lo que quieres exponer. En vez de incluir datos de veinticinco países, muestra sólo siete que sean relevantes y que permitan comparar la situación con el tuyo. Como decía Quintiliano, «Lo que no ayuda, estorba».

Asegúrate de que la interpretación es hablada y no escrita, según el principio de redundancia aprendemos mejor con gráficos y narración que con gráficos, narración y texto escrito.

Por otro lado, sé honesto con la interpretación que hagas de los datos. Usa porcentajes donde la muestra sea lo suficientemente grande para que tengan sentido.

5. Guía la atención de la audiencia

Si usas gráficas con mucha información, plantéate aplicar el principio de segmentación para usar una animación que muestre paso a paso cada una de las partes.

Por ejemplo, en un gráfico de barras puedes hacer que aparezca cada serie de datos progresivamente, o cada categoría… En el siguiente vídeo podéis ver todas las posibles opciones de animación de una gráfica con PowerPoint.

Animación de gráficas con PowerPoint from Carles Caño on Vimeo.

Otra forma de guiar la atención de la audiencia consiste en resaltar las partes que queremos comentar o destacar. Ved el siguiente ejemplo ficticio de muestra:

Ejemplo ficticio de gráfica

6. Elige la representación gráfica adecuada

Del mismo modo que adaptas tu forma de vestir en función del evento al que asistes, debes escoger el tipo de gráfico más adecuado en función de lo que quieras mostrar. Hay varias posibilidades:

  1. Comparar datos
  2. Relacionar datos
  3. Mostrar su composición
  4. Mostrar su distribución

A partir de ahí te planteas otras cuestiones como…

  • ¿La comparación es entre objetos o en el tiempo?
  • ¿La relación es de dos o tres variables?
  • ¿La composición es estática o varía en el tiempo?

Puedes utilizar para tal fin la chuleta creada por Andrew Abela (traducida al castellano por Víctor Caballero)

¿Qué gráfico elegir?

7. Cita la procedencia de tus datos

Y por último, pero no menos importante: cita siempre la fuente de tus datos. Si no lo haces, te arriesgas a perder credibilidad. Puedes comentar la procedencia verbalmente o incluir un texto breve en la diapositiva actual. Para este segundo caso, sirvan de ejemplo estas capturas de pantalla extraídas del vídeo Españistán, de Aleix Saló.

Ejemplo de gráfica de barras citando fuente

Ejemplo de gráfica de barras citando fuente

Referencias:

Créditos:

  • Foto de ponente con gráfico de barras apiladas de mlinksva (Creative Commons Atribución)
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