El uso de metáforas es un potente recurso para utilizar en una presentación. Como dijo Aristóteles:
Las palabras corrientes comunican sólo lo que ya sabemos; solamente por medio de las metáforas podemos obtener algo nuevo.
Ciertamente, la metáfora permite transferir significados, contar algo nuevo en términos de algo conocido. Usar metáforas es una forma excelente de combatir la Maldición del Conocimiento. Otra ventaja que tiene usar este recurso es que la audiencia podrá deformar y contar mil veces tu idea, que la metáfora mantendrá la esencia de lo que querías transmitir.
Existe un sencillo ejercicio que te ayudará a enriquecer tu CM (coeficiente metafórico) en poco tiempo: crea un registro de metáforas. Cada vez que topes con una metáfora original, elaborada o que te llame la atención, escríbela en una libreta (o en un archivo de texto). Con este ejercicio, descubrirás la enorme cantidad de metáforas que usamos a diario, y que incluso condicionan nuestro pensamiento.
Un ejemplo familiar, podemos definir el tiempo metafóricamente como un recurso económico: el tiempo es oro. A partir de ahí, generamos una cantidad de metáforas derivadas de esta:
- He invertido mucho tiempo en este proyecto.
- ¿Te queda mucho rato?
- Este programa te ahorrará muchas horas de trabajo.
- Estás perdiendo el tiempo.
Créditos:
- Fotografía de libreta de angelocesare.
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